El ISED, como parte de su programación de actividades para el año 2021, desarrolló la videoconferencia “Pandemia covid 19 y educación en el Perú”, el día martes 30 de marzo. La exposición estuvo a cargo del sociólogo y educador Luis Carlos Gorriti, especialista de nuestra institución y tuvo como objetivo analizar las implicancias de la crisis sanitaria en la educación, así como el desafío que representa para el Estado y la sociedad.

En ese sentido, Gorriti señaló que la humanidad sufre una crisis que comprende todas sus dimensiones, empezando por su origen sanitario, pero impactando en la economía, la sociedad y la educación: Asimismo, esta tiene impactos medioambientales.

La pandemia, que ha llevado al fallecimiento de más de 2.8 millones de personas en el mundo, ha generado la recesión del aparato productivo, menores ingresos para las familias, pobreza y aumento de la delincuencia. Asimismo, en sistemas educativos desiguales, ha profundizado las diferencias debido a las muy distintas posibilidades de conectarse a la red virtual que tienen los estudiantes de los distintos niveles educativos.

Gorriti aseveró que la pandemia es un parteaguas en la historia de la humanidad, fenómeno que no tiene fecha de culminación. La vida ya no podrá ser igual hasta antes de su aparición.

El expositor criticó la lógica económica cortoplacista que prioriza las ganancias frente al bien público. Señaló que, durante casi 200 años ha quedado claro que el libre mercado crea desigualdad entre la población. A los países en desarrollo se les ha dicho, en las décadas recientes, que no necesitan ningún control sobre sus economías y que no pueden permitirse construir estados de bienestar, pero que el mercado les entregará lo que necesitan. En los Estados Unidos la idea de que un sistema de salud impulsado por el mercado, controlado por las grandes empresas, es el más eficiente del mundo, da como resultado parcial (a marzo 2021) 554 mil muertos. En Estados Unidos, la inmensa mayoría de muertos no tuvo acceso a los servicios de salud.

Gorriti, culminó su exposición presentando un pliego de cambios necesarios:

  • La importancia de la defensa de la vida como prioridad principal de las personas y de sus colectividades ha ganado legitimidad global. En un renovado currículo nacional de la educación básica corresponde que se valore al aprendizaje de la defensa de la vida como matriz competencial de primer orden.
  • Los perfiles de egreso de la educación básica debieran tener en cuenta que el Perú de estos tiempos no se caracteriza por una convivencia pacífica y armoniosa (no es el nuestro un estado de bienestar) y que para acceder al aprendizaje de competencias los estudiantes y sus aliados deben pugnar por conseguir condiciones de equidad social (por ejemplo acceso universal a dispositivos de telefonía, con acceso permanente a bandas anchas de internet y a fuentes de recarga de baterías de las herramientas electrónicas).
  • La accesibilidad universal y permanente a internet alcanzará estándares básicos cuando los estudiantes tengan a su alcance (en sus archivos o en la nube) los currículos y las pruebas de logros de aprendizaje digitalizados por el Ministerio de Educación.
  • El Perú y el mundo experimentan un período de sensibilización respecto de la importancia de la salud y la educación. Es responsabilidad de los educadores exigir que la riqueza nacional acumulada y las excepcionales facilidades coyunturales de conseguir crédito barato en los mercados financieros internacionales, se orienten prioritariamente hacia el gasto en los sectores sociales que, transitoriamente, son reconocidos como los factores básicos y permanentes del cambio social.
  • Al Ministerio de Educación le corresponde diseñar y conducir el cambio en educación, que actualmente es una tarea imperativa. No debiera ser su meta primordial la eficacia en el gasto del presupuesto del sector educación, a efectos de acelerar la reactivación de la economía.