El contexto actual determina la imposibilidad de desarrollar acciones educativas en su modalidad presencial, y pone sobre el tapete la imperiosa necesidad de desarrollar una estrategia que permita a las instituciones educativas de educación básica y superior virar hacia la modalidad a distancia, a través de mecanismos virtuales.
Sin embargo, frente al desconcierto de los actores de la comunidad educativa ante la actual situación, es necesario que los líderes de las instituciones educativas tracen una estrategia para enfrentar la emergencia educativa, con el propósito de sostener los procesos de aprendizaje y el desarrollo de competencias en los estudiantes, apoyándose en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), disponibles.
En ese sentido, para empezar, deberán establecer el diseño didáctico que marcará la pauta para orientar el proceso de enseñanza – aprendizaje, el que asumirá los principios pedagógicos contenidos en la propuesta pedagógica del Proyecto educativo institucional (PEI).
Simultáneamente, porque el tiempo urge, deberán identificar la plataforma virtual que utilizará la institución como base para generar las aulas virtuales para cada curso, asignatura o área curricular. Al respecto, cabe señalar que, en el mercado se encuentran muchas gratuitas o pagadas, por ejemplo, Moodle, Google classroom y Canvas, entre las que se pude seleccionar la opción adecuada a la realidad institucional.
Asimismo, es importante realizar un diagnóstico de las capacidades digitales de los docentes, es decir, conocer cuál es el nivel de manejo y acceso las tecnologías de la comunicación y la información de su aplicación en el proceso de enseñanza – aprendizaje. Junto a ello, realizar un inventario de las herramientas digitales para la enseñanza con que se cuenta.
En base a las conclusiones del diagnóstico, se deberá fortalecer las capacidades de los docentes para el manejo de la plataforma y las herramientas digitales, y para la integración de la tecnología en el proceso de enseñanza – aprendizaje, evitando el uso excesivo y desenfocado de las TIC, así como para profundizar en el rol del docente en el entorno virtual, el que está muy ligado a la mediación entre los estudiantes, las tecnologías y los contenidos de enseñanza para la generación de aprendizajes. Adicionalmente, será necesario que la capacitación permita la generación de contenidos propios para los cursos, buscando una mejor contextualización de las situaciones de aprendizaje.
Para culminar, debemos señalar que la estrategia trazada por los líderes deberá ser expresada en un Proyecto de educación virtual (PEV) que, como parte del PEI, permita a la institución diversificar su oferta formativa pasando, de manera flexible, de la modalidad presencial a la modalidad a distancia, contando también con la posibilidad de hacerla semipresencial, adaptándose, de esta forma, a los distintos escenarios posibles, sin interrumpir sus servicios.
En conclusión, debemos considerar que, a pesar de la urgencia de tomar decisiones, los líderes educativos deberán establecer una estrategia que permita a la institución educativa sostener el servicio educativo, brindando a sus estudiantes situaciones de aprendizaje con claros propósitos educativos en la modalidad a distancia, con mecanismos virtuales. De esta manera, estarán salvaguardando el derecho a la educación de los estudiantes y la sobrevivencia institucional.
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